Las caléndulas son muy útiles en el jardín: la excreción de sus raíces reduce el daño a otras plantas por enfermedades fúngicas, especialmente fusarium, y protege contra ciertos tipos de nematodos. Además, las hojas secas y las flores de las caléndulas se utilizan para preparar un condimento para ensaladas, sopas y salsas. Así que esta planta, como ninguna otra, es apta para un jardín ornamental.